¿Siesta yo?
Dicen los expertos que echarse una siesta después de comer es beneficioso para el cuerpo y la mente. Es verdad que es bueno , cuando te dejan y no esperan a que te quedes dormido para saltar encima de tu barriga. Como le pasó a alguien que conozco el otro día, que su hija de casi cuatro años saltó encima de él porque la barriga de papá parecía un "colchón blandito". Os voy a contar algunas anécdotas de padres agotados que se echan la siesta inocentemente, sin saber que sus retoños están esperando como cazadores a sus presas: - Había unas hermanas que les dio durante un tiempo por ponerle una flauta a su padre en la boca cuando se echaba la siesta. Esto hacia que cada vez que el pobre hombre respira se o roncase la flauta sonase. - Unas primas que cada vez que el padre de una de ellas se dormía en el sofá, cogían el kit de peinado de su muñeca, maquillaje de su madre (el más caro) y se dedicaban a poner guapo a su padre. La broma se acabó el día que le llamaron...