Cosas de padres.
Poco a poco me voy convirtiendo en esas madres que llevan a sus hijas al cole, participan en todo lo que pueden en el colegio e intentan que estudiar con sus hijas no se convierta en una batalla campal. Vamos nada extrardinario porque es lo que muchas generaciones de madres han hecho antes. Y lo han conseguido.
Así que he pensado, que como madres responsables y encantadoras que somos. Nos podemos permitir el lujo de reírnos "un poquito" de nuestros retoños.
Y como buena anfitriona empezaré yo a contaros varias anécdotas:
- Como ya sabéis los que me seguís, soy propensa a que me ocurran cosas extrañas a mi alrededor. Y no me refiero a extraños sucesos paranormales, sino a que de un momento a otro, me encuentro en situaciones de lo más sorprendentes.
Como hoy, por ejemplo. Sin comerlo ni beberlo, me encontré con una perra, dos niñas y dos abuelos. Y aunque parece el título de un wester antiguo de la televisión . No lo es.
Así empezó la mañana:
Mi padre el día anterior le había prometido a nuestra hija mayor que podría llevar a nuestra perra a la puerta del colegio para que sus amiguitos vieran lo bonita que estaba con el corte de pelo que le había hecho el peluquero canino.
Así que de repente a las 8:45 de las mañana, me vi con la perra que no conseguíamos ponerle la correa bien, con la pequeña en el coche de los abuelos llorando porque mamá y la hermana se iban al colegio andando con la perra. Y los abuelos todo nerviosos porque la pequeña no dejaba de llorar. Pero es que encima yo tenía que escuchar de mi papi: "Si es que no puede ser, vamos a llegar tarde por culpa de la perra", "¿de quién fue la idea?".
A lo cual contestamos todas al mismo tiempo :"Tuya".
Así que no hubo más remedio que montarnos en el coche, la perra, las niñas, los abuelos y yo. Y os aseguro que tantos en un coche es..... Como esos coches en los que se encierran un montón de payasos y luego salen de uno en uno. Pues parecido.
Cuando conseguimos llegar a tiempo al colegio, y metí a nuestra hija mayor en él. Me dí cuenta de que se nos habían olvidado las mochilas en casa. Así que corriendo fue el abuelo a buscarlas porque yo estaba intentando que perra y niña no se persiguieron alrededor mía. Que esa escena solo funciona en 101 dalmatas. En la vida real te pegas un porrazo enorme delante de todas las madres del colegio. Pasando a ser "la mamá de...." a "mira la del perro... ".
Pero todo salió bien. Con el siguiente resultado: Niñas en el cole, abuelos tomando café, perra paseada y a ¡mi no me pillan más! (bueno hasta la próxima).
- En ocasiones la lógica de nuestros hijos nos sorprende. Nos hace sentir esa sensación que tenemos los padres entre sentirmos orgullosos por lo que están madurando y "tontos" porque creemos que no están preparados para cierto tipo de información, pero lo saben mejor que nosotros.
Cómo cuando te dan su teoría sobre un hecho.
Cómo cuando llega el momento de explicarles de donde nacen los bebés.
Y os aseguro que todos, toditos, todos, hacen esta pregunta: "¿De donde vienen los niños?.
En nuestro caso sucedió cuando estaba yo embarazada de mi hija pequeña.
Un día vino a casa y dijo mamá:" ya se de donde vienen los bebés. Y te lo voy a decir porque tienes que estar lista para cuando salga la hermanita".
Nos sentamos con ella y le pedimos que no lo explicase.
Así que ella empezó (haceros a la idea que tenía casi 4 años y no hablaba del todo bien) :
"Mami tu tienes dos formas de que salga de tu barriga la hermanita una por el......., bueno ya sabes (dijo bajando la voz) por el culete, y otra forma es cuando tu médico coge un cuchillo, te cortan, te abren, te sacan a la hermanita, te cierran y ya está" .
Pero lo que no me han explicado bien es de donde vienen los bebés. Nos miró y nos dijo : ¿de dónde vienen los bebés?.
Y nosotros pensábamos que nos habíamos librado de la dichosa pregunta.
¿Qué Le dijimos?
En el próximo artículo lo sabréis.
Aunque seré buena y os dejaré con un chiste de esos de padres que intentan explicar ¿De donde nacen los bebés?
Nota : Aunque sí un pequeño consejo os daré. Los peques no son tontos y si ven algo que no va bien en casa y os pregunta. No los engañéis, aclarales la situación de forma que lo atienda de acuerdo a su edad. Y veréis como lo agradecen.
S. G. M.
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