Una historia de Navidad. Feliz Navidad.

En Navidad celebramos que el niño Jesús nació en un pesebre, y junto a él sus padres María y José, una mula y una vaca.

Que después de haber nacido vienen a admirarlo pastores (que les regalan lo que tienen) y Reyes Magos (que regalan al niño oro, que incienso, y mirra).

Para los que celebran estas fiestas desde su Fe, y la Navidad es la llegada de Nuestro Señor Jesús) que vino a salvarnos de todos los pecados.

Se celebra como algo grande.




Para otros está Noche es cuando Santa Claus (San Nicolás)  o Papá Noel llega a todos las casa montado en su trineo (dirigido por Rudolph el reno de la nariz roja), y regala a los niños buenos sus juguetes favoritos, y que han pedido por una carta.





Ya seamos de unos o del otro, todos tenemos en común de que nos reunirnos con familia y amigos.

Ya seamos creyentes o no.

Yo tengo la suerte de vivir en una ciudad donde intentamos valorar a las personas por ser personas.

Por eso cada día intento inculcar en mi familia que se paren y vean lo que nos rodea. Para ver en qué podemos ayudar para que ser mejores con los demás.

Que no sólo se porque sea Navidad hay que ayudar a los demás, sino que hay que hacerlo todos los días.

Debemos de estar pendientes de los que nos rodean, porque esa será la la única manera de ver que personas de nuestro alrededor nos necesitan.

Y os aseguro que nos necesitamos unos a los otros para sobrevivir.

No podemos pasar de esas personas que por un motivo u otro sean quedado sólos, y no tienen a dónde ir.

De los que están deprimidos porque su vida no es como ellos la habían imaginado.

De los que luchan por los derechos de los animales, y de las personas o del mundo.

De las personas que pasan días enteros en los hospitales cuidando o siendo cuidadas.

De los que se tienen que ir de su país a sin saber si volverán algún tipo de día.

Son tantas las situaciones que pasan a nuestro alrededor, y pasamos de ellas porque nos consideramos únicos en nuestra vida.

Creo que si nos parasemos un poco y viésemos lo que hay de verdad. Nos daríamos cuenta de que con un simple gesto, el haríamos nuestro mundo un poco mejor.

Yo no digo que debamos mover montañas, pero sólo para digo que siendo personas que vemos la realidad de nuestro entorno. Podemos cambiar nuestro mundo.

Un simple saludo y una sonrisa a una persona que no conoces, y pero lleva horas limpiando las calles, o sirviendo cafés. Eso va hacer que la otra persona se encuentre un poco menos cansada.

Un "gracias",  cuando haces una compra en alguna tienda, te o te dan el tiquet del cine.

Un "le ayudo" a una persona que necesita ayuda, y pero no lo pide por vergüenza. O porque no sabe como pedirla.


Son cosas simples que cambian al mundo.


FELIZ NAVIDAD.

S. G. M.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Feliz Día de la Madre.

Anécdotas de mujer (Todas tenemos algo que contar)