Volvemos a escribir.
Después de algún tiempo sin escribir por motivos personales. He decidido que ya era hora de volver a narrar nuestras experiencias como padres.
Pero esta vez de niñas de 5 y 9 años. Edades en las que nuestros hijos intentan encontrarse a ellos mismos.
Nuestra hija mayor está en esa etapa en la que no es ni niña ni mujer y tiene una serie de sentimientos muy difíciles de manejar.
Por ejemplo; a nuestra hija mayor te la puedes encontrar viéndose en el espejo arreglándose , retirándose el peinado, etc...
A cámara lenta como si le hubieses dado a un botón para parar el tiempo.
Lo cual no estaría mal, si no faltase 5 minutos para salir corriendo al colegio, y siguiera en pijama.
Así que quieras o no quieras terminas enfadándote con ella y castigando la sin algún cacharro electrónico como la tablet.
Aunque lo fuerte del asunto es que reconozca no reconoce que llegamos tarde por su lentitud. Sino que te echa la culpa a tí.
Porque has tenido que coger el móvil que se te olvidaba en la puerta de tu casa.
Y por eso tenemos que pasar hipervelocidad para no llegar tarde al colegio.
Y la peque está en la edad "Rebelde sin causa" en la cuál hace cosas para llamar la atención y porque está encontrándose a ella misma como niña.
Por ejemplo; el otro día pintó la pared con el arte amorío (vamos corazones por todos lados), porque según ella la pared está blanca.
Obviamente se le castigo sin "cacharros electrónicos" y a limpiar la pared con agua jabón.
Le gustó tanto limpiar la pared que ahora la tenemos que volver a pintar de blanco. Porque de tanto limpiar el color blanco desapareció.
Ambas están en lucha constante con ellas y con todos. Una veces somos sus mayores aliados (somos los BUENOS), y al segundo somos unos MALOS, porque no les permitimos salirse con la suya.
La verdad es que con niños nunca se aburre una.
En segundos pasas de estar en un ambiente tranquilo y sosegado, a un ambiente en el que los chillidos y los malos entendidos son el centro de su mundo.
Yo lo llamo Eefecto Huracán.
Cuando pasan de la tranquilidad al apocalipsis en décimas de segundo.
Por ejemplo; el otro día fui a la cocina para recoger la platos, porque pesaba que estaban jugando tranquilamente. Y de repente, escuché lloros y gritos.
Obviamente me puse en posición "mamá cabreada" , pero tuve que calmarme cuando las vi jugando juntas tranquilamente con las muñecas.
Los lloros y los gritos eran porque estaban jugando a telenovelas con las muñecas.
Las dos en orden y en armonía.
Hasta que sólo encontraron un Ken y el pobre termino huyendo. Para no ser descuartizado.
Si, esas son nuestras pequeñas.
Dulces, encantadoras hasta que surge algo en su interior y empiezan a ser esos pequeños "angelillos" que te destrozan la casa, pero que son tan monas.
Que como dice el refrán : "De pequeños te los comes a besos y de mayores ...."
Hay muchas anécdotas que contar y se contarán.
Sólo os digo que disfrutéis de vuestros pequeños porque el tiempo pasa volando. Y un día os encontráis que ya no son tan niñas.
Disfrutad de la familia que aunque te vuelvan loca. Son nuestro tesoro más preciado.
Me alegro de estar de nuevo aquí, y de volver a contar nuestras experiencias en familia.
S.G.M.
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