Dos pasos hacia adelante, uno hacia atrás.

Cuando eres madre sabes lo que pasa por la cabeza de tu hija (más o menos), y empiezas a descubrir su personalidad. A intentar conocer a tu hija para prevenir comportamientos extraños.

Pongamos un ejemplo; nuestra pequeña ha pasado casi una semana malita en casa. Primero una laringitis y luego con una alergia al sol. Hemos estado todo el día juntas jugando, dibujando, leyendo . Lo cual está genial, pero me di cuenta de que se estaba comportando como su prima pequeña. Al principio lo tomamos como un juego, pero viendo que hacía gestos en vez de hablar, y que sólo quería estar en brazos nos dimos cuenta de que sólo quería llamar la atención.

Así que se nos ocurrió una idea "cada vez que se comportase como un bebé, decirle que los bebés no podían coger o hacer algo que hace como niña mayor".

Por ejemplo; si veía un cartel de un circo  le decíamos que los bebés no podían ir al circo, pero la niña mayor sí. Ella poco a poco se dio cuenta de que si se comportaba como un bebé, los privilegios de niña mayor desaparecería, e intenta volver a su rutina de niña mayor.

Yo pienso que a los niños hay que observarlos (sin que lo sepan), porque a través de su juego, de ver comí actúa con los demás niños , y como actúa con los mayores que le rodean podemos ayudarles a que no tengan miedo de ser ellos mismos. Debemos fomentar que se comuniquen con nosotros, que nos cuenten todo lo que han hecho a lo largo del día. Esto no sólo le enseñará a expresarse, sino a no tener miedo de expresar sus pensamientos previniendo cualquier situación rara.

Así que escuchar a vuestros hijos, que aunque sean muy imaginativos siempre dicen la verdad. Pensad que el niño que está triste, pensativo y con temor a decir algo, es al niño que más debéis prestar atención. Porque lo que para los adultos son tonterías, para los niños son importantes.

S.G.M.

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