Cambio de cuna a la cama.
Hace varios días decidimos que ya era ora de pasarla de la cuna - cama a la cama, bueno en realidad vimos que ya era imposible que estuviese con tantas barreras. Porque se enganchaba a los barrotes de la cuna - cama y lloraba, se agobiaba porque se sentía como en una caja, y también se daba cabezazos.
Así que decidimos transformar la cuna en cama. Pero claro, ahora viene la parte en la que todo el mundo te dice lo que hacía con sus hijos, o lo que hacen. Y también viene la parte en la que te planteas como hacer que tu hija se mantenga en la cama y no fuera de ella.
Nosotros el primer día optamos por las sillas, es decir poner sillas en el lado de la cama, para que no se caiga. Y a mi como me daba miedo de los chichones, se me ocurrió que mejor era poner protectores por toda la cama, y en el suelo. Pues fue una de las noches más tensas de mi vida.
Resulta que pusimos dos sillas que pesaban mucho, a ver si pesan no se mueve. Pasaba la noche y algo en mi interior me decía que fuese a ver a mi hija, cual fue mi sorpresa que justo cuando llegué estaba deslizándose de cabeza por el único hueco que quedaba libre, pues bien la puse en su sitio, cambié la silla a mejor posición y me acosté. Al cabo de otro rato me volvía a levantar, y la vi colgando de un lado de la cama con la colcha como si fuese un saco de dormir en una montaña remota. Así que cuando me acosté decidí que a la mañana siguiente compraría la barrera para la cama.
Aunque debe reconocer que ese cambio le sentó genial, ya que ella antes en cuanto se despertaba nos llamaba y esta vez se despertó como todos los fines de semana a las seis y media , y me la encontré jugando en la cama con una muñeca y un peluche. Así que la que había pasado mala noche había sido mama, y ella se encontraba tan a gusto en su cama de niña mayor que sino me llego a levantar de casualidad ni nos llama.
Pero nosotros decidimos comprar una barrera de cama, y os aseguro que hemos notado la diferencia. Ahora sólo nos llama para hacer pipí, o beber agua. Bueno y cuando piensas que te llama y lo que está haciendo es hablar en sueños, pero eso es otra historia.
Lo que os quiero decir es que la decisión de pasarla a la cama es vuestra, porque vosotros sois los que mejor la conocéis, y que nosotros os recomendamos la barrera pero eso lo decide cada uno.
Si queréis desahogaros ya sabéis que me podéis escribir vuestra opinión en los comentarios del blog, o en twitter en ¡Horror! Somos Papas, o en el facebook.
Así que decidimos transformar la cuna en cama. Pero claro, ahora viene la parte en la que todo el mundo te dice lo que hacía con sus hijos, o lo que hacen. Y también viene la parte en la que te planteas como hacer que tu hija se mantenga en la cama y no fuera de ella.
Nosotros el primer día optamos por las sillas, es decir poner sillas en el lado de la cama, para que no se caiga. Y a mi como me daba miedo de los chichones, se me ocurrió que mejor era poner protectores por toda la cama, y en el suelo. Pues fue una de las noches más tensas de mi vida.
Resulta que pusimos dos sillas que pesaban mucho, a ver si pesan no se mueve. Pasaba la noche y algo en mi interior me decía que fuese a ver a mi hija, cual fue mi sorpresa que justo cuando llegué estaba deslizándose de cabeza por el único hueco que quedaba libre, pues bien la puse en su sitio, cambié la silla a mejor posición y me acosté. Al cabo de otro rato me volvía a levantar, y la vi colgando de un lado de la cama con la colcha como si fuese un saco de dormir en una montaña remota. Así que cuando me acosté decidí que a la mañana siguiente compraría la barrera para la cama.
Aunque debe reconocer que ese cambio le sentó genial, ya que ella antes en cuanto se despertaba nos llamaba y esta vez se despertó como todos los fines de semana a las seis y media , y me la encontré jugando en la cama con una muñeca y un peluche. Así que la que había pasado mala noche había sido mama, y ella se encontraba tan a gusto en su cama de niña mayor que sino me llego a levantar de casualidad ni nos llama.
Pero nosotros decidimos comprar una barrera de cama, y os aseguro que hemos notado la diferencia. Ahora sólo nos llama para hacer pipí, o beber agua. Bueno y cuando piensas que te llama y lo que está haciendo es hablar en sueños, pero eso es otra historia.
Lo que os quiero decir es que la decisión de pasarla a la cama es vuestra, porque vosotros sois los que mejor la conocéis, y que nosotros os recomendamos la barrera pero eso lo decide cada uno.
Si queréis desahogaros ya sabéis que me podéis escribir vuestra opinión en los comentarios del blog, o en twitter en ¡Horror! Somos Papas, o en el facebook.
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