Cosas que no debemos decir delante de los niños.
A los papas muchas veces nos gusta hablar de las cosas que nos rodean sobre todo si son chismes de personas que conocemos.
Aunque llegados a cierta edad debemos tener cuidado con lo que decimos y cuando lo decimos. Ya que nuestros retoños pueden soltarse de la lengua y ponernos en un aprieto cuando menos lo esperamos. Y decir cosas como : "papá, si tienes barriga es pirque tienes un hermanito dentro", o "mamá, ese hombre no tiene pelo".
No debemos hablar de política delante de ellos porque puede ser que digan cosas que no sean bien interpretadas. Cómo le pasó a una conocida cuando llevó a su hija al trabajo, y a su jefe que era de un partido político determinado se le ocurrió preguntar : ¿y tú a quién vas a votar? Chiquitina. Y la chiquitina no tuvo otra cosa que decirle al jefe de su mamá "a usted no porque mi mamá dice que es usted un cabezaloca".
Como le pasó a una conocida mía que solía hablar más de la cuenta delante de su hija.
Resulta que su hija tenia 3 años y hasta entonces no se habían dado cuenta de que su hija lo repetía todo.
En el desayuno mamá y papá estuvieron hablando de los invitados que iban a vernir a casa esa noche. Resulta que a mamá no le caía bien la hermana de un amigo porque se había metido por medio cuando eran novios.
Por lo cual el tema se centro en "no me gusta esa bruja", y tuvo la poca cabeza de decir "cuando veamos a la bruja le damos una patada" .
Papá regaño a mamá y le dijo con una sonrisa "no le digas eso que se lo cree". Mamá pensó "pero es pequeña".
Así, que cuando llegó la hora en que llegaban los hermanos amigos de papá y mamá. Miró a la amiga de sus papá, miró a sus papás, y les dijo : para ser bruja es guapa, ¿le pego ya mamá?.
Su amistad con los hermanos no volvió a ser la misma.
Os aconsejo que nunca os llevéis a vuestros hijos a escoger el traje de novia de tu futura cuñada. Porque podríais quedaros sin boda.
Una amiga mía llevó a sus hijos pequeños a ver el traje de novia de su futura tía, resulta que en el mismo sitio hacían trajes de las damas de honor y de los pajes. Así que pensó que seria una buena idea martar dos pájaros de un tiro.
Después de probar los trajes a los pequeños su cuñada le pidió que le ayudara a elegir traje. Ella aceptó, pero no contó con que sus pequeños estaban en esa edad de decir la verdad.
La novia empezó a probarse vestidos que no le convenía, y mi amiga que sabía lo que era elegir un vestido de novia trataba de ser lo más sensible a la hora de decir los defectos del vestido.
Pero los pequeños no tanto. Cada vez que sacaba uno decían : "Se parece a una pera", "se le ve el trasero", "mamá, tita parece una tarta de nata".
Y la mamá más se ponía colorada y callaba a los pequeños. Pero hubo uno en el que los pequeños se quedaron callados y dijeron "una princesa".
Su futura cuñada se volvió y les dijo ¿no decís nada? . Y en ese insrante se dieron cuenta de que era el vestido perfecto, y que no había sido tan mala idea llevar a los pequeños.
En ocasiones; la sinceridad de los niños nos meten en líos, pero su forma de ver la cosas nos recuerdan que debemos ser nosotros mismos.
S.G.M.
Aunque llegados a cierta edad debemos tener cuidado con lo que decimos y cuando lo decimos. Ya que nuestros retoños pueden soltarse de la lengua y ponernos en un aprieto cuando menos lo esperamos. Y decir cosas como : "papá, si tienes barriga es pirque tienes un hermanito dentro", o "mamá, ese hombre no tiene pelo".
No debemos hablar de política delante de ellos porque puede ser que digan cosas que no sean bien interpretadas. Cómo le pasó a una conocida cuando llevó a su hija al trabajo, y a su jefe que era de un partido político determinado se le ocurrió preguntar : ¿y tú a quién vas a votar? Chiquitina. Y la chiquitina no tuvo otra cosa que decirle al jefe de su mamá "a usted no porque mi mamá dice que es usted un cabezaloca".
Como le pasó a una conocida mía que solía hablar más de la cuenta delante de su hija.
Resulta que su hija tenia 3 años y hasta entonces no se habían dado cuenta de que su hija lo repetía todo.
En el desayuno mamá y papá estuvieron hablando de los invitados que iban a vernir a casa esa noche. Resulta que a mamá no le caía bien la hermana de un amigo porque se había metido por medio cuando eran novios.
Por lo cual el tema se centro en "no me gusta esa bruja", y tuvo la poca cabeza de decir "cuando veamos a la bruja le damos una patada" .
Papá regaño a mamá y le dijo con una sonrisa "no le digas eso que se lo cree". Mamá pensó "pero es pequeña".
Así, que cuando llegó la hora en que llegaban los hermanos amigos de papá y mamá. Miró a la amiga de sus papá, miró a sus papás, y les dijo : para ser bruja es guapa, ¿le pego ya mamá?.
Su amistad con los hermanos no volvió a ser la misma.
Os aconsejo que nunca os llevéis a vuestros hijos a escoger el traje de novia de tu futura cuñada. Porque podríais quedaros sin boda.
Una amiga mía llevó a sus hijos pequeños a ver el traje de novia de su futura tía, resulta que en el mismo sitio hacían trajes de las damas de honor y de los pajes. Así que pensó que seria una buena idea martar dos pájaros de un tiro.
Después de probar los trajes a los pequeños su cuñada le pidió que le ayudara a elegir traje. Ella aceptó, pero no contó con que sus pequeños estaban en esa edad de decir la verdad.
La novia empezó a probarse vestidos que no le convenía, y mi amiga que sabía lo que era elegir un vestido de novia trataba de ser lo más sensible a la hora de decir los defectos del vestido.
Pero los pequeños no tanto. Cada vez que sacaba uno decían : "Se parece a una pera", "se le ve el trasero", "mamá, tita parece una tarta de nata".
Y la mamá más se ponía colorada y callaba a los pequeños. Pero hubo uno en el que los pequeños se quedaron callados y dijeron "una princesa".
Su futura cuñada se volvió y les dijo ¿no decís nada? . Y en ese insrante se dieron cuenta de que era el vestido perfecto, y que no había sido tan mala idea llevar a los pequeños.
En ocasiones; la sinceridad de los niños nos meten en líos, pero su forma de ver la cosas nos recuerdan que debemos ser nosotros mismos.
S.G.M.
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