Diferencias entre papás y mamás.
Son muchas las diferencias en los papás y las mamás. Por ejemplo si nuestra hija pudiese hablar diría algo por el estilo:
Mamá siempre procura estar pendiente de que no me caiga, y da pequeños gritos cuando caigo.
Papá está pendiente de mi pero cuando me caigo y ve que no es nada hace como que pasa de mí.
Papá está pendiente de mi pero cuando me caigo y ve que no es nada hace como que pasa de mí.
Mamá hace peinados.
Papá te hace coletas a lo Pippi Calzaslargas.
Papá te hace coletas a lo Pippi Calzaslargas.
Mamá hace la comida.
Papá lo intenta y a la sopa le pone tallarines en vez de fideos.
Papá lo intenta y a la sopa le pone tallarines en vez de fideos.
Mamá combina la ropa con colores parecidos.
Para papá el rojo, rosa y morado son los mismos.
Para papá el rojo, rosa y morado son los mismos.
Mamá me lleva de compras y compramos.
Papá nos acompaña a la compra y cuida de mí para que no me pierda.
Papá nos acompaña a la compra y cuida de mí para que no me pierda.
Son muchas las diferencias que separan a los papás de las mamás, pero la verdad que esas diferencias son las que nos hacen ser un gran equipo.
Os cuento una anécdota que me contó un conocido:
Resulta que su mujer había puesto la norma de no jugar a la pelota en casa, se lo había dicho a sus hijos pero no al papá.
Una tarde su mujer tuvo que ir al trabajo y los dejó sólo con sus hijos un niño y una niña de seis años.
Era una tarde de lluvia y los niños se aburrían, así que decidieron coger la pelota y jugar en el salón. Papá vio que estaban jugando y decidió participar. Los niños no le dijeron nada de la norma porque era muy divertido jugar con papá.
De repente se escuchó un estruendo muy grande. Resulta que uno de los chutes de papá había roto una vidriera con figuras de porcelana fina.
Viendo lo que había hecho y por temor a su mujer, sólo se le ocurrió la idea de pagarle diez euros a cada niño para que dijesen que ellos lo habían roto.
Cuando llegó la madre, y cuando vio el destrozo empezó a preguntar que había pasado al padre.
Después de explicaciones absurdas reconoció que había sido él. Y ella reconoció que antes de que el diera tanta explicaciones ya lo sabia pirque uno de sus pequeños le había enviado un vídeo de como papa jugaba con la pelota en el salón.
Una tarde su mujer tuvo que ir al trabajo y los dejó sólo con sus hijos un niño y una niña de seis años.
Era una tarde de lluvia y los niños se aburrían, así que decidieron coger la pelota y jugar en el salón. Papá vio que estaban jugando y decidió participar. Los niños no le dijeron nada de la norma porque era muy divertido jugar con papá.
De repente se escuchó un estruendo muy grande. Resulta que uno de los chutes de papá había roto una vidriera con figuras de porcelana fina.
Viendo lo que había hecho y por temor a su mujer, sólo se le ocurrió la idea de pagarle diez euros a cada niño para que dijesen que ellos lo habían roto.
Cuando llegó la madre, y cuando vio el destrozo empezó a preguntar que había pasado al padre.
Después de explicaciones absurdas reconoció que había sido él. Y ella reconoció que antes de que el diera tanta explicaciones ya lo sabia pirque uno de sus pequeños le había enviado un vídeo de como papa jugaba con la pelota en el salón.
S.G.M.
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