Cosas de niños.
Conforme va creciendo me doy cuenta de que busca más su independencia , y que tiene ideas propias. Lo que pasa que esas ideas son sospechosas. Normalmente esas ideas van seguidas de travesuras o de conversaciones que nos dejan pasmados.
Por ejemplo; hoy mientras que veíamos la tele su padre y yo. Ella estaba jugando con sus muñecas, o eso era lo que creíamos. Cuando de repente la vemos en mitad del salón sin pantalones, sin calcetines, a carcajadas y cantando "anda, anda...". Podéis imaginaros la cara de sorpresa que hemos puesto. Lo que pasa en estos casos es que cuando intentas regañarla te pone carita de no haber roto un plato, y terminas regañándola entre risas. Por lo que el regañar se lo toma de cachondeo.
Cuando tu hija empieza a tener mente propia, resulta que de manera automática aprende todo lo que "no" se puede hacer. O lo que se puede hacer lo convierte en un arma de destrucción masiva.
Hace algún tiempo una prima mía que tiene dos niños me contó que fueron a casa de unos amigos, que tenían un pez tropical (de esos que te cuestan más caros que un mes de hipoteca). Y uno de sus hijos le sorprendió tanto el colorido del pez que se lo quería llevar a casa, el niño tenía cuatro años y su madre le decía que no se lo podían llevar porque solo comía verdura especiales para peces grandes (cosas tontas que decimos los padres cuando estamos cotilleando y queremos que nos dejen un poquito en paz). Transcurrió la tarde y no se escuchaba a los niños, y eso le pareció muy raro a mi amiga.
Así que fue a ver que pasaba. Cuando logró encontrar a sus hijos estaban a puto de darle chocolate al pez. Y ella le preguntó : ¿que hacéis? A lo que el mayor de 5 años dijo: Mamá, si se come el chocolate nos lo llevamos ¿verdad?. Menos mal que sus amigos ya habían pasado por esa etapa y dijeron : "Son cosas de niños".
Hay otras ocasiones que por unas circunstancias u otras, te tienes que llevar al trabajo a tus hijos. No es lo más indicado, pero no hay más remedio. Una amiga mía tuvo que llevarse a su bebé de 15 meses al trabajo. Mi amiga trabaja con su padre así que tampoco para el abuelo le supuso un trauma.
Mientras le daba el desayuno a su hija, mi amiga hacía su trabajo como podía y un poco agobiada. Así que decidió ponerle Peppa Pig en el móvil a su retoño. Al cabo de un rato sonó el fijo de la empresa. Resulta que en vez de ver Peppa Pig su pequeña había estado llamando a todos sus contactos y había dicho : "Diga?".
Un día una amiga mía y su marido fueron a comer a un restaurante con su hijo de tan solo tres años. Después de sentarse y de pedir se dieron cuenta de que se habían puesto al lado de un exposición de postres. El camarero no se dio cuenta de que el cristal de protección se quedaba abierto, así que cuando pilló la oportunidad el pequeño no pudo resistirse y empezó a meter mano a todos los pasteles. Cuando se dieron cuenta ya era tarde, tuvieron que comprar todos los pasteles que había tocado su hijo. Lo más divertido fue que cuando le preguntaron ¿por qué lo había hecho ? , dijo que había sido Mickey Mouse.
Son cosas de niños.
S.G.M.
Por ejemplo; hoy mientras que veíamos la tele su padre y yo. Ella estaba jugando con sus muñecas, o eso era lo que creíamos. Cuando de repente la vemos en mitad del salón sin pantalones, sin calcetines, a carcajadas y cantando "anda, anda...". Podéis imaginaros la cara de sorpresa que hemos puesto. Lo que pasa en estos casos es que cuando intentas regañarla te pone carita de no haber roto un plato, y terminas regañándola entre risas. Por lo que el regañar se lo toma de cachondeo.
Cuando tu hija empieza a tener mente propia, resulta que de manera automática aprende todo lo que "no" se puede hacer. O lo que se puede hacer lo convierte en un arma de destrucción masiva.
Hace algún tiempo una prima mía que tiene dos niños me contó que fueron a casa de unos amigos, que tenían un pez tropical (de esos que te cuestan más caros que un mes de hipoteca). Y uno de sus hijos le sorprendió tanto el colorido del pez que se lo quería llevar a casa, el niño tenía cuatro años y su madre le decía que no se lo podían llevar porque solo comía verdura especiales para peces grandes (cosas tontas que decimos los padres cuando estamos cotilleando y queremos que nos dejen un poquito en paz). Transcurrió la tarde y no se escuchaba a los niños, y eso le pareció muy raro a mi amiga.
Así que fue a ver que pasaba. Cuando logró encontrar a sus hijos estaban a puto de darle chocolate al pez. Y ella le preguntó : ¿que hacéis? A lo que el mayor de 5 años dijo: Mamá, si se come el chocolate nos lo llevamos ¿verdad?. Menos mal que sus amigos ya habían pasado por esa etapa y dijeron : "Son cosas de niños".
Hay otras ocasiones que por unas circunstancias u otras, te tienes que llevar al trabajo a tus hijos. No es lo más indicado, pero no hay más remedio. Una amiga mía tuvo que llevarse a su bebé de 15 meses al trabajo. Mi amiga trabaja con su padre así que tampoco para el abuelo le supuso un trauma.
Mientras le daba el desayuno a su hija, mi amiga hacía su trabajo como podía y un poco agobiada. Así que decidió ponerle Peppa Pig en el móvil a su retoño. Al cabo de un rato sonó el fijo de la empresa. Resulta que en vez de ver Peppa Pig su pequeña había estado llamando a todos sus contactos y había dicho : "Diga?".
Un día una amiga mía y su marido fueron a comer a un restaurante con su hijo de tan solo tres años. Después de sentarse y de pedir se dieron cuenta de que se habían puesto al lado de un exposición de postres. El camarero no se dio cuenta de que el cristal de protección se quedaba abierto, así que cuando pilló la oportunidad el pequeño no pudo resistirse y empezó a meter mano a todos los pasteles. Cuando se dieron cuenta ya era tarde, tuvieron que comprar todos los pasteles que había tocado su hijo. Lo más divertido fue que cuando le preguntaron ¿por qué lo había hecho ? , dijo que había sido Mickey Mouse.
Son cosas de niños.
S.G.M.
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