Juegos de niños.
A veces para saber lo que piensan nuestros hijos solo debemos observar su forma de jugar. Como juegan y donde juegan.
Hay veces que te quedas alucinada cuando escuchas las conversaciones entre los muñecos. Son conversaciones de adultos, que no se sabe de donde lo ha sacado.
Por ejemplo: El otro día nuestra hija me dijo que sus muñecos estaban tristes porque no podían tener un bebé. Entonces le pregunté por qué no podían tener un bebé. Me miro con el ceño fruncido y dijo : a lo mejor ya lo tiene dentro.
Hay que observarles de vez en cuando porque se expresan a través del juego. Y exteriorizan lo que han vivido o visto. Como cuando juega a la Doctora Juguetes y examina a sus muñecas (a papá y a mamá también) como lo hace su pediatra. Aunque me he dado cuenta que desde que ve la Doctora Juguetes no llora cuando va al pediatra, y le gusta observar todos los aparatos que la rodean.
No sólo hay que observarles para saber un poco de sus pensamientos, sino porque puede hacer una tratada.
Como el hijo de una amiga que había visto en casa de su primo una película en la que con una lupa quemaba a un soldado de plástico. Y como no pudo hacerlo con la lupa lo metió en el microondas. Os podéis imaginar como terminó el asunto. Con un nuevo microondas y el niño sin jugar a los soldaditos en una buena temporada.
Uno de los niños a los que cuidada yo de adolescente, quiso tirar a su cachorro por el balcón. Porque según él, sabia volar ¿por qué no supercachorro?.
Así que vigilar a vuestros retoños sino queréis quedaros sin casa.
S.G.M.
Hay veces que te quedas alucinada cuando escuchas las conversaciones entre los muñecos. Son conversaciones de adultos, que no se sabe de donde lo ha sacado.
Por ejemplo: El otro día nuestra hija me dijo que sus muñecos estaban tristes porque no podían tener un bebé. Entonces le pregunté por qué no podían tener un bebé. Me miro con el ceño fruncido y dijo : a lo mejor ya lo tiene dentro.
Hay que observarles de vez en cuando porque se expresan a través del juego. Y exteriorizan lo que han vivido o visto. Como cuando juega a la Doctora Juguetes y examina a sus muñecas (a papá y a mamá también) como lo hace su pediatra. Aunque me he dado cuenta que desde que ve la Doctora Juguetes no llora cuando va al pediatra, y le gusta observar todos los aparatos que la rodean.
No sólo hay que observarles para saber un poco de sus pensamientos, sino porque puede hacer una tratada.
Como el hijo de una amiga que había visto en casa de su primo una película en la que con una lupa quemaba a un soldado de plástico. Y como no pudo hacerlo con la lupa lo metió en el microondas. Os podéis imaginar como terminó el asunto. Con un nuevo microondas y el niño sin jugar a los soldaditos en una buena temporada.
Uno de los niños a los que cuidada yo de adolescente, quiso tirar a su cachorro por el balcón. Porque según él, sabia volar ¿por qué no supercachorro?.
Así que vigilar a vuestros retoños sino queréis quedaros sin casa.
S.G.M.
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