Mamas de compras.

¿Cúantas veces os habéis encontrado pagando en la cola de una tienda, con los abrigos colgando del bolso, pendiente de que la niña no salga por la puerta, pendiente del carrito de juguete con el muñeco bebe dentro, y al mismo tiempo intentando sacar la tarjeta del monedero. Que en estas ocasiones es imposible sacarla? A mi me pasó el otro día.

Os prometo que desde que soy mama, pocas veces me he comprado ropa para mi. Y eso que en ocasiones me lo he propuesto, pero en el momento de que he visto un vestido precioso y encima de oferta ¿quién creéis que ha salido ganando? Pues nuestra pequeña.

 Llega un momento que entras a una tienda y te vas sin darte cuenta a la sección infantil o a la de hombres para comprarle algo  que realmente necesiten tus dos amores.

Ayer fuimos de compras mi niña y yo ( ibamos de paseo y una fuerza extraña nos atrajo a la zona de tiendas) , y me dífj cuenta que para ir de compras con una niña de casi tres años se necesita apoyo familiar. Cuando vas de compras con niños tan pequeños ves que cosas tan sencillas como probarte una camiseta es misión imposible.

O como se le ocurrió a la mía, meterse de probador en probador para ver donde estaba mama. Lo gracioso del asunto es que mama iba detrás de ella para que no molestase. Y pidiendo disculpas a todo el mundo. ¿Creéis así que me llevé algo para mí? NO.

Cuando tu hijo no llega al año , te metes el carrito en el probador sino vas acompañada, y en el espacio que te queda intentas cambiarte de ropa. Lo  haces justo cuando tu bebe esta relajada o durmiendo.
Si vas con tu madre o tu hermana lo más cómodo es que se queden ellas un momento con la bebe.
Pero con esta edad lo único que consigues es ponerte la camiseta del derecho y con suerte.

Aunque también consigues que justo el día que llevas el conjunto más feo de sujetador y braguita te vea todo el mundo.  Como le pasó a una amiga.

Ella tiene un niño un poco revoltoso, de esos niños que cuando van a tu casa tu perro se esconde y rezas porque no coja los jarrones de cristal caros. Púes como os iba contando, mi amiga estaba en los probándose un vestido, cuando su pequeño de tres años decidió que se aburría, por lo que se le ocurrió que era el momento de abrir  la cortina del probador y salir corriendo. Lo malo es que su mama estaba en ropa interior (no era su mejor conjunto de ropa interior) y tuvo que salir con el vestido medio poner por casi toda tienda porque el señorito había visto a un amigo del cole.

Yo sé que cuando tienes un hijo te cambia la vida, tienes sensaciones y emociones que nunca habrías tenido de no ser mama. Pero nunca me hubiese imaginado que un hijo pudiese cambiar tu forma de comprar. Antes te mirabas en el espejo del probador , y ahora sigues mirando en el espejo del probador pero es para ver por donde esta la peque.

Es verdad que un hijo nos cambia la vida, pero para nosotros nuestra hija nos ha cambiado la vida a mejor.

Suerte en la próxima compra.

S.G.M.

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